Un verano para visitar los tesoros ocultos de Galicia

¿Crees que ya lo has visto todo en Galicia? Pues espera a descubrir estos rincones que no salen en todas las guías. Islas paradisíacas en Galicia, acantilados de vértigo, calas escondidas y pueblos con alma marinera. Este verano, déjate sorprender por los tesoros ocultos de una Galicia que aún guarda secretos para los que se atreven a mirar más allá.

Hay algo mágico en Galicia que hace que no te canses nunca de explorarla, porque cada vez que creas haberlo visto todo, aparecerá un rincón nuevo que te dejará con la boca abierta. Es como si esta tierra jugara a esconder sus tesoros para premiar a quienes se atreven a salirse de las rutas de siempre.

Y claro, cuando llega el verano, esa sed de aventura se dispara. No hablamos de playas abarrotadas ni de sitios que ya salen en todas las guías. Hablamos de lugares que todavía conservan ese encanto salvaje, casi secreto, donde uno puede sentir que ha descubierto algo especial. 

Hoy te traemos algunos de esos tesoros ocultos para visitar en Galicia, perfectos para una escapada diferente. Así que, si estás buscando sitios que te sorprendan de verdad, quédate por aquí.

Illote Areoso: el Caribe gallego que flota en la Ría de Arousa

Imagina una isla tan pequeña como encantadora, con arena blanca como el azúcar y aguas turquesas que parecen sacadas de una postal del Caribe. Eso es el Illote Areoso, un islote que se esconde en la Ría de Arousa, frente a O Grove, y que es un auténtico paraíso virgen.

No hay chiringuitos ni sombrillas, tampoco duchas ni caminos de cemento. Y eso es precisamente lo que lo hace tan especial. Para llegar, puedes alquilar un kayak o coger una barca desde O Grove. Remar con ese mar en calma y ver cómo se acerca esa lengüita de arena entre aguas transparentes es una experiencia que no se olvida.

Eso sí, hay que ser muy respetuoso. Es un ecosistema súper sensible. No hay servicios, así que si llevas algo, te lo llevas todo de vuelta, incluida la basura. Aquí manda la naturaleza.

Isla de Ons: naturaleza salvaje, senderos y pulpo a feira

Foto: Mar de Ons

Dentro del Parque Nacional das Illas Atlánticas, la Isla de Ons es una de esas joyas que tiene de todo: playas largas y salvajes, senderos con vistas de infarto y un pueblito donde puedes comer uno de los mejores pulpos a feira que probarás.

Lo mejor es que puedes pasar el día entero sin cruzarte con mucha gente, sobre todo si vas a pie por los caminos hacia el Mirador de Fedorento o la Punta do Centolo. Las vistas desde ahí son espectaculares.

Para llegar, hay barcos desde Bueu, Sanxenxo, Portonovo y Aldán. El trayecto en sí ya es un gustazo. Y si puedes quedarte a dormir en el camping de la isla, mucho mejor. Ver el atardecer allí es una postal en movimiento.

Ortigueira y O Barqueiro: las joyas tranquilas de las Rías Altas

Al norte de Galicia, en esa zona que muchos aún no han explorado como se merece, están Ortigueira y O Barqueiro, dos pueblos que miran al mar desde rías tranquilas, con playas que parecen secretas y unos acantilados que cortan la respiración.

Aquí no hay prisa. Todo invita a parar y respirar hondo. Si buscas desconectar, esta es tu zona. El Cabo Ortegal y la Estaca de Bares (el punto más al norte de la península) ofrecen paisajes de esos que parecen hechos para dejar el móvil a un lado y simplemente mirar.

Esta parte de Galicia tiene algo especial, una calma rara, una luz diferente. No es tan conocida como las Rías Baixas, y eso es parte de su encanto. Además, si te gusta conducir y prefieres visitar esta zona en moto, las carreteras entre Ortigueira y O Barqueiro son una pasada: curvas suaves, vistas al mar y bosques de cuento.

Punta de Montalvo: un paseo azul entre cuevas y pozas

Foto: Galicia Máxica

Sanxenxo suele ser destino de playas con mucha gente, pero la Punta de Montalvo es otro rollo. Aquí te espera un sendero azul costero con cuevas (las famosas furnas), pozas naturales y formaciones rocosas que parecen esculpidas a mano por el mar y el viento.

Lo bueno es que no es un lugar muy frecuentado, a pesar de estar cerca del bullicio. Puedes recorrer el sendero, darte un baño en alguna cala escondida y sentarte a mirar el horizonte sin que nadie te moleste. Si vas temprano por la mañana o justo antes del atardecer, cuando el sol pinta las rocas de colores imposibles, aún encontrarás más paz.

Está cerca, pero parece otro mundo.

Playa de As Torradas: una cala escondida con forma de escultura

Créditos: Ministerio para la Transición Ecológica

Entre Malpica y Carballo se encuentra esta maravilla poco conocida: As Torradas, una cala que guarda arcos de piedra y formaciones naturales que recuerdan un poco a la archiconocida Playa de las Catedrales, pero sin el gentío.

Es un sitio de los que cuesta encontrar si no sabes que existe. El acceso no es el más fácil, pero precisamente por eso sigue siendo una joya escondida. Aquí puedes caminar cuando baja la marea y descubrir figuras esculpidas por el mar. También es un buen lugar para hacer surf si te va la marcha.

Tiene ese “algo” que no se puede explicar del todo. Hay que ir y sentirlo.

O Fuciño do Porco: el sendero más épico entre acantilados

Si hay un lugar que se ha vuelto viral por méritos propios es O Fuciño do Porco, en O Vicedo (Lugo). Y es que este camino de pasarelas de madera entre acantilados parece sacado de una película de aventuras o de la mismísima intro de Juego de Tronos.

Desde arriba, las vistas al mar son simplemente brutales. Y aunque ahora hay que reservar para acceder, sigue mereciendo cada paso. Eso sí, lleva calzado cómodo y prepárate para subir y bajar unas cuantas escaleras. El premio visual lo compensa de sobra.

Es uno de esos sitios que tienes que visitar al menos una vez en la vida si amas Galicia. 

Tips para organizar tu escapada y no perderte nada

Aquí van unos consejos prácticos para que tu ruta por los tesoros ocultos de Galicia salga redonda:

  • Si te gusta el mar y la aventura, apuesta por Areoso u Ons. Puedes hacer kayak, barco y sentirte en una postal.
  • ¿Eres fan de los acantilados con vistas de vértigo? Entonces no te saltes O Fuciño do Porco y la zona de Ortigueira/O Barqueiro.
  • ¿Buscas sitios distintos, con cuevas o formas raras en la costa? Montalvo y As Torradas te van a enamorar.
  • Planifica bien los accesos: algunos lugares necesitan reserva o tienen horarios restringidos (como Fuciño do Porco o el Islote Areoso).
  • Llévate comida, agua y respeta el entorno. Muchos de estos sitios no tienen servicios.

Dónde alojarse en Galicia para disfrutar estos destinos

Para sacarle jugo a estas escapadas, lo mejor es dormir cerca. Aquí van algunas webs seguras y de confianza donde puedes buscar alojamiento según tu ruta:

Y recuerda: Galicia siempre guarda una sorpresa más. Solo hay que estar dispuesto a mirar un poco más allá de lo evidente. Porque, como te decíamos al principio, te encantará saber que siempre hay algún lugar nuevo que conocer. Galicia nunca dejará de sorprenderte.

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